Y aquí... ¿qué hay?

Debería empezar este blog diciendo "hace 19 meses nació mi hija..." sin embargo, prefiero hacerlo con una confesión: No me gustaban los bebes. ¿Los niños? ¡ni hablar!... ¿cómo alguien tan pequeño puede hacer tanto pupú? y, ¿cómo un enanito de 90 centímetros puede estar tan cochinito, hacer tanto desorden y sin embargo, parecerle tierno a alguien?. Totalmente incomprensible. Hasta que llegó el día D.....

Lee la historia completa haciendo click aqui

jueves, 29 de abril de 2010

¡Me encanta mi rutina! (Y salirme de ella para sentir la arena bajo nuestros pies) Parte I

Hoy no es domingo sin V (gracias a Dios), es jueves de trabajo, sin embargo y en vista de que tengo 9 personas por delante en la cola del banco (aproximadamente 40 minutos), decidí escribir un poquito sobre alguno de los temas que tenía pendientes desde hace 2 semanas. Así que elegí el tema de las rutinas, el cual ha cambiado un poquito desde el día que lo pensé. Hoy creo q ese cambio se debe al fenómeno TT o "Terrible two", los terribles 2 años a los que pronto se acerca V. (OMG!!! Faltan menos de 3 meses y aun no tengo nada para su fiesta!!!!)

Siempre leía lo importante que eran las rutinas para los bebes, para mejorar el sueño, las comidas, las salidas, etc. Esta comprobado que a los niños e incluso a los bebés les gusta estar preparados para lo que viene (incluso los hace estar mas tranquilos, según Tracy Hogg). En mi caso, o mejor dicho, en el caso de V, somos un dúo al que nos encantan las rutinas!! En la vida familiar y personal.

Hace aproximadamente un año, mi (nuestras) vidas eran un completo caos. El día empezaba a las 7 de la mañana, cuando en vano, intentaba levantarme para ir al trabajo, podían pasar dos cosas, que me levantara, V siguiera durmiendo y a las 7:49 tomara un Moto taxi para poder llegar a las 8 a la oficina (siempre con al menos 4 minutos de retraso y de muy mal humor por el sueño), o que no lograra levantarme hasta que a las 7:15 (o cualquier otra) V se levantara llorando y de mal humor también (tomando en cuenta q hace 2 horas se había levantado ya, a tomar teta). Le daba teta y finalmente llegaba a mi trabajo a las 10:00 am. Recordando no de buena manera el día en que todos habían nacido. Trabajaba hasta las 12 y salía cual bólido en el moto taxi a mi casa a otra vez teta, todo eso en 1 hora, y volvía ya miserablemente a trabajar hasta las 4:30. A esa hora volvía a tomar la moto de vuelta a casa donde me esperaba (casi siempre llorando) mi hija, al cuidado de una niñera, no apta para cardíacos. Me dejaba sola en casa y el resto de la tarde transcurría entre teta comida y teta. Al llegar la noche, ya exhausta recibía visitas, o de mi compañero en ese momento, o del papá de mi hija, o de mi mama. Los tres sin previo aviso, en el momento en el que por fin podía bañarme o tan solo sentarme un segundo a descansar. Ding Dong. El peor sonido del día. Me tocaba pues pasar del modo mama, al modo mama-amante, mama-exesposa o mama-hija. Cualquiera de los 3 modos era sumamente agotador, a veces física y otras, mentalmente hablando. Pues ya llegada la noche pasaba al menos 45 minutos meciendo, caminando y arrullando a V quien se negaba a dormir. Por fin lo logre!!! Se durmió, ahora a volver al modo mama-amante... Noooo por Dios quiero dormir!!!!!! Quiero mi cama rica y calentita!!!!!!!! Así en intervalos de 2 horas, teta y dos horas pasaba la noche.

Ya solo faltan 3 personas en la cola, han pasado 30 minutos del día.... Pero tengo una sonrisa en la cara porque hoy, un año después, todo es tan diferente a ese momento!...

1 comentario: