Y aquí... ¿qué hay?

Debería empezar este blog diciendo "hace 19 meses nació mi hija..." sin embargo, prefiero hacerlo con una confesión: No me gustaban los bebes. ¿Los niños? ¡ni hablar!... ¿cómo alguien tan pequeño puede hacer tanto pupú? y, ¿cómo un enanito de 90 centímetros puede estar tan cochinito, hacer tanto desorden y sin embargo, parecerle tierno a alguien?. Totalmente incomprensible. Hasta que llegó el día D.....

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domingo, 11 de abril de 2010

El comentario que perdí... (sobre lactancia materna y los "talibanes de la leche")

Como casi siempre empiezo los post domingueros.... vagando por Internet volví al blog de una chica que como muchas mamis hemos tenido problemas con la lactancia materna. Ella hablaba sobre los “talibanes de la leche” y me sentí muy identificada con aquellas personas que llegan a volverse fanáticas de la lactancia materna. ¡Esa soy yo! No sabía que responder, pero tenía que hacerlo. Afortunadamente, alguien comentó en ese relato que las madres que logramos la lactancia materna exclusiva  (LME) y generalmente, prolongada, nos sentimos tan felices de haberlo hecho que quisieramos que todas las mamás del mundo lo sintieran.  Totalmente verdad. Así que decidí comentar también, pero, por alguna razón desconocida de Internet, el comentario nunca llegó a ser publicado, así que lo posteo aquí (palabras mas, palabras menos):

Particularmente, con la LME y P creé un vínculo demasiado especial con mi hija, irromplible, incomparable e irremplazable. Incluso, saber que le di lo mejor de mi a V por tanto tiempo y a pesar de los contratiempos que se presentaron, es una de las cosas que hace que hoy en día me sienta una excelente madre, incluso cuando “gente” dice lo contrario.

Así que me declaro una lacto-fanática. Y contrario a lo que opina la chica del relato, las lacto-fanáticas (o al menos yo) no nos negamos a ver más allá de la LME, “porque no tenemos la mente abierta para aprender”.  Tampoco pensamos que solo hay que dar “leche materna llueva, truene o relampaguee, y cualquier cosa diferente de eso es un error”.  Aprovecho para decir que durante el primer mes de mi hija practiqué la alimentación complementaria con fórmula, y fue por escuchar los miles de mitos, de personas que en desconocimiento de cómo funciona la lactancia, dan consejos que en lugar de acercarnos al logro de la LME, nos alejan cada día mas. Fue cuando decidí buscar ayuda en las organizaciones que listo en Mis enlaces favoritos.  Puntualizando:

Irónicamente, la leche humana puede darse “llueva, truene o relampaguee”, por lo que siempre la consideraré la mejor opción, aunque no será un error hacer lo contrario. Personalmente estoy de acuerdo en que si una madre decide dar fórmula a su bebé por cualquier razón que ésta tenga, eso va a ser lo mejor para su bebé, siempre y cuando esa decisión la haga feliz. Esto es porque esta decisión va a ser lo mejor emocionalmente para ella, y por lo tanto será beneficioso para el bebe: tener una madre emocionalmente tranquila. Sin embargo, tengo claro que la tranquilidad emocional que puede dar la fórmula y que me dio a mi las primeras 4 semanas, puede traer como consecuencia noches interminables de cólicos, reflujo, problemas digestivos, alergias, pañales mas olorosos, depresión, menos defensas ante enfermedades, entre otra lista de cosas que están muy alejadas de dar tranquilidad a una madre.

Adicionalmente, como lacto-fanática que soy, estoy totalmente abierta a aprender cosas nuevas, incluso sobre la fórmula, así que todo es bienvenido. 

Otro comentario al post fue de una señora española que recomendó un “relactador” o Sistema Suplementario para lograr la LME.  Este aparato consta de un tetero, el cual se llena preferiblemente de leche humana y posee un par de tubitos que se conectan a cada pezón (externamente, claro) para que el bebé permanezca succionando y estimulando los pechos maternos, mientras la madre se asegura que reciba alimento. Excelente opción.  Así como espero poder comentarle a la chica del relato (si el comentario no vuelve a quedar divagando por la red), este aparato lo alquilan en mi querida organización Leche y Miel.  No solo lo alquilan, sino que asesoran en el uso del mismo, dan masajes para pechos adoloridos o congestionados y dan consejería para temas como pezones agrietados o “insoportables”.  También se puede conseguir por Internet en la página de Medela.  Para finalizar, aquí les dejo una fotito del uso del aparato, que no es más que uno de los múltiples intentos que una madre puede hacer para lograr amamantar a su bebé. Si lo han logrado incluso madres adoptivas... ¡todas las madres pueden lograrlo!, si no, igual habrá valido la pena intentarlo.


3 comentarios:

  1. jeje. La "señora" española soy yo. Y los dos comentarios eran míos :P

    ¿Sabes lo que pasa? Que lo fundamental para que la lactancia materna sea un éxito es que la madre quiera dar teta. Pero tiene que querer, querer de verdad.

    Con mi primera hija la lactancia empezó fatal. Suplementando en el hospital, pezoneras, grietas, mastitis...en fin. Pero...ya me habían jodido el parto, así que me entró tal mala leche que decidí que lo de la leche no me lo jodía nadie. Pura cabezonería y un poco de buena suerte, encontré a un par de expertas en lactancia en el foro que frecuentaba y en lugar de gritarlas que me estaban haciendo sentir culpable las escuché. Muchas otras veces nuestro propio orgullo nos va a impedir reconocer que hay gente que sabe más. Nunca las consideré talibanas. Fueron mi estrella.

    Mi segunda hija fue otro cantar. Nació prematura y pesó un kilo. Yo lloraba por las esquinas diciendo que no iba a poder darle teta. Hasta que me encontré con Concha de Alba, que me preguntó ¿por qué no vas a poder? Otro de los principales impedimentos es la falta de confianza, pero si calificas a los que pretenden devolverte la confianza de talibanes por cuestiones de orgullo, entonces estás acabada.

    La chica del blog perderá la lactancia a los tres meses, como tantas otras. Casi seguro.

    Ahora edito un blog, donde trato de devolver el favor a la que quiera. www.sermamas.es
    ¿Me llaman talibana? Pues vale. Me declaro lactivista, lo soy, no tengo problemas. Con que una tenga la suerte que tuve yo ya me es suficiente

    Besos

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  2. Hola, Erika

    Te voy a decir lo mismo que le dije a la chica que comentó en mi blog: a ti no te considero talibana ni fanática, sólo defensora.

    Mi post se refería a gente que sí son fantáticos y que de verdad no ven más allá de sus narices. Que me topado con varios así, no todos mujeres. Son esas personas que te presionan para que hagas lo que ellos consideran correcto sin atender a razones.

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  3. Hola Susana, Ericka, y las demás chicas:

    Yo creo ser talibana. No sé aún cuáles son las razones, pero me da rabia ver a una mujer preciosa, sana, llena de vida, meterle un biberón por la boca a su bebé.

    Ahora, no creo que el problema sea SOLO ella. Donde vivo, Vigo - España, no es sencillo conseguir ayuda y mucho menos un grupo de soporte. Yo amamanté durante dos años a mi hijo mayor y devoré cuanto libro pasaba por mi sobre el tema. Fui a las reuniones de La Liga de la Leche en Caracas y visité Leche y Miel.

    Fui confiadísima a a amamantar a mi segundo bebé y resulta que mamaba raro. Ponía la boca como chiquita. Total: Peleé con un montón de enfermeras para que buscaran A ALGUIEN experto en lactancia. Jo va! Yo conozco la teoría y el niño tenía hambre y nada que me ayudaban a que se pegara al pecho, noooo, ME TRAÍAN BIBERONES.

    Yo se los daba a mi vecina de hab. y decía que se lo había tomado toooodo, pero es que soy testaruda y yo sabía que podría amamantar...pero una madre primeriza, con intención de lactar, pero con esa red de apoyo.....

    Por cierto, ya mi matrona nos había dicho en clase que lactar era importante pero que si no podíamos que no nos preocupáramos que no pasaba nada. (También peleé, que sí, que sí que pasa). Y el martes pasado me dijo mi médicA (sí, mujer) de cabecera que la leche que le daba a mi bebé (ya de 15 meses) no le aportaba nada....

    Por eso también cree un blog a-pecho.blogspot.com, y ando como enferma mental en la calle deteniendo a cuanta madre de bebé pequeño veo, ofreciéndole una mano, al menos un teléfono a donde llamar a hacer preguntas.

    Eso sí, creo que puedo entender razones. Que una chica decide que no vas a lactar porque se le caen los pechos, pues bien por ella. Ahí, no me meto.

    Me gustaría pensar en mi como una talibana de la leche si logro que al menos un@ pequeñ@ reciba su tan merecida tetada. Cuéntenme sus experiencias, yo apenas inicio mi travesía de apoyo.

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