Estas semanas han sido agitadas, a pesar de que estoy de "vacaciones" por primera vez en 20 meses, me tocó salir corriendo a la emergencia de una clinica, un domingo, por la noche, obviamente, ya que siempre todo pasa de noche, cuando de niños se trata. V con casi 40 grados de fiebre. Aun por causa desconocida, pero gracias a Dios, la fiebre ya cesó. ¿Que aprendí de estos tres dias?..
- Que la fiebre a 40 no es razon suficiente para llevar a un niño a la emergencia de una clínica, el niño pasa por situaciones estresantes que en muchos casos, lo hacen sentir peor que la propia fiebre.
- Que en la clínica el método mas sofisticado para bajar una fiebre es, la para mi, odiosa "técnica del baño", incluso tienen un cuarto de baño especial en la emergencia pediatrica, el cual consta de una bañera y un chorro de agua....
- Que en las situaciones de enfermedad de los niños, hijos de padres separados, la relacion de los padres no se hace mas llevadera.
- Que todo padre primerizo vigila la respiración del niño durante la noche de enfermedad y las subsecuentes, pensando en lo peor. (Espero que pronto se me pase esta paranoia, ¡¡necesito dormir!!)
- Que en los peores momentos, una puede llegar a sentirse sola, si no tiene a su lado la persona que ama, asi este rodeada de personas.
- Que de 3 pediatras, probablemente y casi seguramente, ninguno contestará el telefono un domingo por la noche.
- Que la lactancia materna logró durante 18 meses que mi hija fuera muy saludable.
- Que durante las horas de estres, fiebre y probablemente dolor, el pecho materno siempre fue la mejor opción de consuelo.
- Que es una bendición tener la opción de amamantar aún a mi hija, cuando son las 3 de la mañana, y no llevaste comida a la clínica. Tomando en cuenta que no toma leche de vaca, ni fórmula.
Esta es mi experiencia personal ante la fiebre, pero siempre la mejor opinión la tendrá el pediatra.
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